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Turismo Náutico como Factor para el Desarrollo Nacional 

Por Wendy Sagel

En Panamá, el Canal de Panamá ha sido la columna vertebral del sector marítimo del país, desarrollando la Industria Marítima Auxiliar (IMAS) y todos sus servicios. Sin embargo, Panamá es mucho más que el Canal y tiene un enorme potencial por desarrollar en el ámbito del turismo náutico. La crisis del pasado año con los cierres de calles mostró la oportunidad de impulsar más los puertos de cabotaje en todo el territorio nacional, especialmente en provincias como Chiriquí, Bocas del Toro y Coclé. Los puertos de Aguadulce, Pedregal y Changuinola podrían no solo recibir pequeños barcos de contenedores, sino también yates y barcos de combustible que puedan suplir a los yatistas que llegan a Horconcito, Islas Secas y Bocas del Toro, permitiendo además operaciones de ship-to-ship en todo el mar territorial de Panamá.

El año pasado, en el Fort Lauderdale International Boat Show, un grupo de panameños de la Asociación de Turismo Náutico promocionó Panamá como un destino turístico para yatistas, destacando que el país no sufre huracanes durante los 365 días del año. Este eslogan buscaba atraer a los yatistas que normalmente visitan Miami, Bahamas, Curazao y México, ofreciéndoles la opción de venir a las marinas del Caribe y del Pacífico en Panamá durante la temporada de huracanes, cuando buscan refugio y destinos seguros para sus embarcaciones.

Las marinas en Panamá, como Shelter Bay y Linton Bay en el Caribe, y Flamenco Marina y La Playita de Amador en el Pacífico, ofrecen servicios esenciales a los yatistas. Estas marinas no solo proporcionan espacios seguros para los yates, sino que también generan ingresos a través de alquiler de muelles, mantenimiento de embarcaciones y suministro de electricidad. Sin embargo, aquellos veleristas que no pueden pagar estos servicios y optan por anclar en áreas controladas por la Autoridad Marítima de Panamá enfrentan el riesgo de ser atacados por piratas del mar.

Los yatistas que se quedan en las marinas contribuyen significativamente a la economía local. Contratan servicios de limpieza para sus barcos, compran provisiones en supermercados, y la tripulación suele permanecer en el yate mientras los dueños viajan por el país. Las estadísticas muestran que los destinos favoritos de estos yatistas incluyen el Valle de Antón y las montañas de Chiriquí, especialmente Boquete y Volcán. Panamá ofrece una diversidad climática única que permite disfrutar tanto del calor de las playas como del clima fresco de las montañas en un corto periodo de tiempo.

Promover el turismo náutico beneficiará a la industria hotelera y a los negocios locales, además de posicionar al país como un destino reconocido para los yatistas. Esto requiere la colaboración y coordinación de varias instituciones como la Autoridad Marítima de Panamá, Autoridad de Turismo, Cámara de Comercio (CCIAP), Cámara Marítima de Panamá, Asociación de Turismo Náutico y otras relacionadas con el sector turismo para incentivar y desarrollar este sector.

El turismo náutico también podría atraer turismo hospitalario, ya que muchos yates de lujo cuentan con helipuertos, permitiendo a sus ocupantes acceder fácilmente a hospitales en el país. A pesar de las ventajas, la falta de conocimiento sobre Panamá entre los yatistas internacionales es un desafío significativo. La promoción en eventos internacionales es crucial, pero eventos internos como las protestas de octubre pasado, que proyectaron una imagen negativa del país, deben ser manejados adecuadamente para no afectar la percepción internacional.

No podemos permitir que el pasado nuble nuestro futuro. Atender adecuadamente este segmento turístico puede traer una gran cantidad de dinero y visitantes a Panamá. Además, posicionará al país no solo como un hub logístico y marítimo, sino también como un destino con una biodiversidad excepcional y una infraestructura capaz de satisfacer las demandas de los turistas más exigentes. Costa Rica, con su Marina de los Sueños, es un competidor cercano, pero Panamá tiene la ventaja de ofrecer lo mejor de todos los mundos, combinando mar, montaña y una rica oferta cultural.

Además, es importante destacar que las necesidades de los yates son similares a las de los barcos, por lo que los servicios de la Industria Marítima Auxiliar (IMAS), normas migratorias y aduanales, nos ayudan a desarrollar el turismo náutico sobre una infraestructura que tardaría décadas en poder desarrollarse en un país sin actividades náuticas.

El momento de actuar es ahora. Panamá tiene la oportunidad de diversificar su economía y aprovechar su posición geográfica estratégica para convertirse en un destino principal para el turismo náutico. La infraestructura necesaria para apoyar este sector ya está parcialmente en su lugar, y con la inversión y colaboración adecuadas, puede expandirse rápidamente. La colaboración entre las autoridades marítimas, turísticas y comerciales es crucial para desarrollar un plan estratégico que promueva Panamá como un refugio seguro y atractivo para los yatistas de todo el mundo.

Desarrollar el turismo náutico no solo atraerá a visitantes de alto poder adquisitivo, sino que también estimulará el crecimiento económico en áreas costeras menos desarrolladas. Las comunidades locales se beneficiarán de la afluencia de visitantes a través del empleo, el comercio y el desarrollo de servicios complementarios. Panamá puede posicionarse como un líder en el turismo náutico en la región, ofreciendo una combinación única de seguridad, belleza natural y servicios de alta calidad.

La autora es empresaria.

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