Por Lenny Durán
La vulnerabilidad hídrica de la cuenca del Canal de Panamá requiere de acciones simultáneas para garantizar el agua de las operaciones de la ruta interoceánica y el abastecimiento de agua potable para el país.
En su conferencia magistral “Cambio climático: ¿Cómo afecta a Panamá?, del XVI Simposio Internacional de Sostenibilidad, organizado por el Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), Ligia Castro, directora de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, señaló que durante las conversaciones con la Autoridad del Canal se han planteado varias alternativas, como la adopción de la tecnología que utiliza Singapur, que consiste en el tratamiento de aguas residuales para convertirla en agua potable, método utilizado también en algunas ciudades de Japón y Corea del Sur.
“En este caso podría esta tecnología incorporarse en la planta de tratamiento de aguas residuales de la bahía de Panamá y al final esa agua podría ir al lago Gatún, al lago Alajuela que permitiría tanto el abastecimiento de agua de la población como el funcionamiento del Canal”, explicó.
Agregó que ante los pronósticos de un mayor incremento de lluvias en el Pacífico Oriental, en el lago Bayano, se puede construir la planta de tratamiento de agua potable en Pacora que se alimente con el agua del lago Bayano y que permita desconcentrar el abastecimiento de agua potable de la ciudad capital.
“En el lago Bayano va a llover tanto que el riesgo que tenemos allí es que supere y rebase las compuertas y puertas abajo hay mucha gente que vive y hay mucha inversión pública y privada, entonces debemos ir con esas evidencias científicas que le permitan a los tomadores de decisión, privado y público, planificar, ver alternativas”.
Castro también indicó como otra opción son las plantas de salinización que permiten hacer uso del agua del mar.
Incremento de temperaturas y poblaciones en riesgo
Durante su exposición, la directora del Clima presentó un mapa donde se observan las zonas con mayor vulnerabilidad. “Hay un incremento de temperatura en las seis regiones hidroclimáticas al 2030, 2050 y 2070”.
En el país hay 63 nuevas comunidades en riesgo, al igual que la ciudad de Panamá y en 2050 zonas como Punta Chame estarán debajo del nivel del mar. Recordó que, de acuerdo con los estudios climáticos realizados, Panamá perderá 2,1% de su territorio en 2050, debido al aumento del nivel del mar y, según estudios realizados por la Universidad de Yale, el riesgo es mayor. “En 2050 el Aeropuerto de Tocumen va a ser un aeropuerto costero, según los escenarios de la Universidad de Yale”, señaló Castro.
Nuevos paradigmas
La directora de Cambio Climático destacó que ante el aumento de las temperaturas en el país, se debe educar a los empleadores y trabajadores de sectores que están más expuestos a los golpes de calor, como los cuerpos de seguridad, construcción, economía informal, jardineros, repartidores, para que tomen medidas de protección. Además, plantea la necesidad de pensar en una adaptación de la jornada laboral para las temporadas y horas con picos altos de temperatura.
Las variaciones climáticas también llevarán a los agricultores a replantearse la planificación cada cuatro meses de las siembras, según las condiciones.
Castro recomienda a las universidades incluir asignaturas que aborden el tema del cambio climático y sus efectos en todos los sectores (por ejemplo, sociales, con el desplazamiento de comunidades y económicos).
Anunció que a finales del mes de marzo estará listo el nuevo módulo de la Plataforma de Transparencia Climática llamado Vulnerabilidad y Riesgo Climático, donde estará el sistema de datos, escenarios de cambio climático, las publicaciones del Índice de Vulnerabilidad y también el Atlas de Riesgo Interactivo, proyecto elaborado con apoyo del BID.