Fuente: ARAP

Panamá está haciendo significativos avances en el sector de la acuicultura, consolidándose como un referente en la región gracias a su enfoque integral y sostenible. La acuicultura, especialmente la producción de camarón y tilapia, ha demostrado ser un motor esencial para la economía del país y una fuente crucial de nutrición para las comunidades rurales.

El camarón se ha posicionado como el segundo producto más importante en términos de contribución al Producto Interno Bruto (PIB), generando empleo y divisas a través de sus exportaciones. En el último año, la exportación de camarón ha experimentado un crecimiento del 0.4%, reflejando la calidad y la aceptación de los productos panameños en los mercados internacionales.

Por otro lado, la producción de tilapia a gran escala no solo está destinada a la exportación, sino que también juega un papel vital en la seguridad alimentaria del país. En las áreas rurales, donde la desnutrición es un desafío constante, la tilapia se ha convertido en una fuente principal de alimento y proteínas. Esta iniciativa está mejorando la calidad de vida de miles de familias que ahora tienen acceso a un alimento nutritivo y asequible.

El presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen; el Ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama y el Lic. Hamed Tuñón, administrador general de la ARAP, han sido fundamentales en estos logros. Han implementado políticas y programas que fomentan la innovación, la sostenibilidad y la expansión del sector acuícola. Estas medidas incluyen el apoyo técnico y financiero a los pequeños productores, la promoción de prácticas acuícolas responsables y la creación de alianzas estratégicas con actores nacionales e internacionales.

“Estamos comprometidos con el desarrollo de la acuicultura como una vía para diversificar nuestra economía y mejorar la calidad de vida de nuestra población”, afirmó el Licenciado Tuñón. “Nuestro objetivo es seguir posicionando a Panamá como un líder en producción acuícola de alta calidad y sostenible.”

La administración también ha trabajado en la capacitación de productores locales, asegurando que adopten las mejores prácticas y tecnologías disponibles. Este enfoque no solo incrementa la productividad, sino que también garantiza la sostenibilidad ambiental de las operaciones acuícolas.

Los esfuerzos concertados del gobierno de Panamá para impulsar la acuicultura están teniendo un impacto positivo tanto en la economía como en la sociedad. La producción de camarón y tilapia no solo fortalece la economía nacional, sino que también asegura que las comunidades más vulnerables tengan acceso a una fuente constante y nutritiva de alimento.