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Mejorar la logística de la cadena de frío con servicios terrestres

Fuente: MAERSK

Cuando se trata de logística de la cadena de frío (manipulación, almacenamiento y transporte de productos perecederos en condiciones de temperatura controlada), gran parte de la conversación gira en torno al tramo marítimo de la cadena de suministro: contenedores refrigerados, puertos y transporte marítimo. Si bien estos son innegablemente cruciales, representan solo una parte de la historia. Antes y después del océano, hay transporte por tierra.

¿Qué es la logística de la cadena de frío?

La logística de la cadena de frío se refiere al transporte y almacenamiento de productos sensibles a la temperatura en condiciones controladas (temperatura y humedad) a lo largo de la cadena de suministro. Este proceso altamente especializado involucra productos transportados en contenedores refrigerados como productos farmacéuticos, productos frescos y alimentos congelados, asegurando su seguridad, integridad y usabilidad para el consumo.

¿Qué sucede en el interior?

El viaje terrestre es el enlace que conecta toda la cadena de suministro, entregando productos desde los productores hasta los puertos, al almacenamiento en frío y a sus destinos finales. Sin una red de cadena de frío terrestre efectiva y confiable, la integridad de todo el proceso logístico está en riesgo.

El viaje terrestre de la logística de la cadena de frío puede involucrar múltiples modelos de transporte (logística intermodal), desde contenedores refrigerados, camiones refrigerados, ferrocarril, barcaza. Cada modo de transporte en la cadena de suministro de frío terrestre debe asegurar que la carga transportada permanezca dentro de los límites de temperatura y humedad prescritos durante todo el tránsito. Sin un viaje terrestre bien estructurado, incluso las operaciones de transporte marítimo más sofisticadas no pueden garantizar la calidad del producto en el destino.

La parte terrestre de la cadena de frío es donde las estrategias logísticas se prueban verdaderamente. Así es cómo:

  • Dinámicas y variaciones global-local: La logística de la cadena de frío no es un sistema único para todos. La infraestructura regional, el clima y los entornos regulatorios dan forma a cómo funciona la logística terrestre.
  • Impacto en el consumidor: Las fallas en la logística terrestre impactan directamente a los consumidores con consecuencias de gran alcance. La pérdida de productos o los productos farmacéuticos comprometidos no solo conducen a pérdidas financieras, sino que también pueden dañar la confianza en la marca, haciendo que las ineficiencias de la cadena de suministro sean más evidentes. Por otro lado, una cadena de frío terrestre perfecta asegura que los productos de alta calidad lleguen a los usuarios finales de manera segura y confiable.
  • Necesidad de una estrategia específica del sector: Diferentes industrias tienen demandas únicas para su logística de cadena de frío, y el tramo terrestre no es una excepción. Por ejemplo, el transporte de productos farmacéuticos requiere un entorno preciso, con monitoreo de temperatura en tiempo real y planes de contingencia para las fluctuaciones. Para la logística de productos frescos, el enfoque se centra en reducir los tiempos de tránsito y asegurar la estabilidad de la temperatura para prevenir la maduración o el deterioro y la pérdida.

Desafíos clave en la logística terrestre de la cadena de frío

A pesar de los avances tecnológicos y las crecientes inversiones en infraestructura de la cadena de frío, mantener la cadena de suministro de frío terrestre plantea desafíos importantes que pueden descarrilar incluso los planes logísticos mejor trazados.

  • Problemas para mantener la integridad de la temperatura: Mantener las temperaturas constantes es un desafío constante en la logística de la cadena de frío, tanto marítima como terrestre. Por ejemplo, las largas demoras debido a la congestión o problemas mecánicos pueden causar desviaciones de temperatura en los contenedores, comprometiendo la calidad del producto.
  • Obstáculos de infraestructura y regulatorios: El éxito de la logística terrestre de la cadena de frío depende en gran medida de la infraestructura, pero varía significativamente según la región. En muchas áreas rurales o menos desarrolladas, la falta de instalaciones de almacenamiento en frío o centros de transferencia con temperatura controlada conduce a ineficiencias y un mayor riesgo de pérdida de productos. La infraestructura inadecuada crea cuellos de botella, interrumpiendo el flujo de mercancías y elevando significativamente los costos operativos.
  • Equilibrio entre los costos de envío y la calidad del servicio: Las rutas ineficientes, los altos precios del combustible o la necesidad de equipos especializados con temperatura controlada pueden aumentar los costos. Para las empresas, el desafío radica en encontrar un punto óptimo entre la eficiencia de costos y el mantenimiento de una alta calidad de servicio.

¿Qué sigue? Colaboración e integración en toda la logística de la cadena de frío

La planificación colaborativa de rutas, el aprovechamiento de datos en tiempo real y el análisis predictivo ayudan a retrasar y mitigar los riesgos de pérdida de producto. La comunicación abierta y los objetivos alineados, como mantener la integridad del producto, optimizar los tiempos de tránsito y minimizar los costos, ayudan a reducir las posibles interrupciones y permiten operaciones más fluidas en toda la cadena de suministro.

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