Fuente: CCIAP
Luego de que el Índice de Confianza del Consumidor Panameño mostrara caídas históricas de desconfianza en septiembre de 2022, marcando 61 puntos, siendo 100 el punto de equilibrio; entre enero y marzo hemos visto una recuperación en la percepción, que aunque se encuentra dentro de los parámetros de desconfianza, se acercan cada vez más a ese eje del optimismo.
Los consumidores indicaron en la última medición tener confianza sobre la situación económica de sus hogares y del país en general, pero aún sienten desconfianza sobre sus oportunidades de conseguir o mantener un empleo durante los próximos 12 meses, o sobre su capacidad de ahorrar a futuro.
Tradicionalmente, cuando se avecina la campaña electoral los panameños manifiestan optimismo sobre mejores días; sin embargo, la encuesta presentada evidencia la necesidad de generar mayor atracción de inversión extranjera directa en el país, que genere puestos de trabajo formales con un efecto económico multiplicador que mejore la calidad para los ciudadanos, para que estos tengan la posibilidad de ahorrar; así como, para tener la certeza de contar con servicios de salud y aspirar a una jubilación en el futuro.
Además de la diminución en inversión, el sector privado afronta falta de pagos por parte del Gobierno Central, con cuentas por pagar al 31 de diciembre de 2022 que ascendían a B/. 1,416.2 millones, de las cuales el 81.4% corresponden a los Ministerio de Salud (32%), Obras Públicas (18%), Educación (14%), Economía y Finanzas y Desarrollo Agropecuario (17.4% entre estos dos últimos).
A estos factores se suman también planes de estudios obsoletos, que alejan a nuestra juventud de las necesidades reales del mercado laboral en cuanto a mano de obra calificada, y la desatención de necesidades básicas como el acceso al agua potable. Lo anterior se conjuga para reflejar las cifras actuales de Inversión Extranjera Directa, que en los últimos dos años no ha superado los B/. 2 mil millones, cuando previo a los años álgidos de la pandemia marcaba cifras por arriba de los B/. 4 mil millones y al hecho de que para que nuestro país realmente sienta los efectos de esa inversión la misma debería alcanzar los B/. 5 mil millones anuales.
Panamá necesita de medidas y mensajes inmediatos tanto para evitar que la inversión extranjera actual no decida irse a otros países como para generar confianza de esos inversionistas que pudieran apostar por nuestro país, además de construir la confianza necesaria para que otros se sumen.
Se necesita de una visión de un Estado a largo plazo que trasciendan los intereses electorales de los gobiernos de turno, que definan una hoja de ruta clara de país sobre la definición global de los sectores en los que nos queremos presentar como opción viable para inversión. Esto acompañado de un agresivo plan de innovación por todas las instituciones del Estado para facilitar cada paso de esas inversiones en nuestro país, llámese en materia de educación, infraestructura, servicios públicos, entre otros, eliminando la burocracia y la ineficiencia. De más está decir, que estos planes deben estar alejados de fines políticos, que obstaculizan las inversiones y erosionan confianza tanto de ciudadanos como de inversionistas.
La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) queda a disposición de los gobernantes actuales y los futuros, para aportar juntos en la definición de estos planes de Estado.