Por Lenny Durán

Los cierres de las mina generalmente son programados ante los riesgos ambientales y de seguridad que conllevan. No obstante, el caso Panamá es único y complejo, que requiere una planificación “con más cabeza que corazón”.

En este aspecto coincidieron Germán Becker Alvear, ingeniero civil y ex embajador de Chile en Panamá; Francisco Cruz Fuenzalida, ex embajador de Chile en Panamá; Alfonso Domeyko Letelier, ex director del Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) de Chile; y Marco Riveros Keller, exvicepresidente ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (COCHILCO), durante el conversatorio “Hacia un plan de cierre ordenado, transparente y seguro”, organizado por la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá (CCIAP), bajo la moderación de Diego Fábrega, especialista en normativas ambientales en Panamá.

Los expositores compartieron la experiencia de Chile, un país minero que tiene más de mil  minas. Chile cuenta con una legislación especializada en el cierre de minas y tiene establecidos cuatro tipos de cierre, según las necesidades y realidad: Plan de cierre temporal, plan de cierre parcial, plan de cierre parcial y temporal y un plan de cierre definitivo o final. Este último se realiza bajo la condición de término de operaciones y va más allá del cese de las operaciones de explotación de minerales.

Esperar el arbitraje  puede traer consecuencias negativas

Alfonso Domeyco Letelier, ex director del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) de Chile, indicó que en el cierre de una mina, se deben cumplir dos objetivos primarios, la estabilidad física y química, que incluyen resguardo la vida, salud y seguridad de las personas, el resguardo y cuidado del medio ambiente y la planificación e implementación progresiva, un proceso largo y que tiene diferentes etapas.

En el caso de la mina de cobre de Panamá, destacó que es  esencial tener un informe geomecánico, de estabilidad, para poder saber la situación en que se encuentra y con esa información tomar las medidas necesarias de protección inmediatas de las personas y del medio ambiente.

Agregó que no se puede determinar cuánto tiempo se demorará el cierre de la mina en el país y, tomando como ejemplo a Chile, con una mina de esas dimensiones, el costo de las actividades de cierre podrían estar sobre $1.000 millones, sin contar con las actividades de pos-cierre que también es muy costoso.

 “En una situación como la que estamos viendo actualmente de Minera Panamá, mi recomendación, dentro de mi competencia, es poder contar de forma inmediata con un estudio de estabilidad química y física para poder conocer con certeza, con más cabeza que corazón, cuál es el estado de situación de la mina, cómo está la estabilidad y si hay riesgos reales adoptar medidas de forma inmediata para poder hacerle frente. Esperar un arbitraje, esperar una medida futura puede traer consecuencias negativas para todo el país, que son las que nadie quiere en este momento”.

Marco Riveros Keller, exvicepresidente ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (COCHILCO),  destacó que el caso panameño es  único, debido al componente social que influyó en el cierre (protestas y bloqueo de vías). “Esta situación es inédita, no recuerdo un episodio de cierre de minas en esta circunstancia”, resaltó y agregó que generalmente los cierres se producen por agotamiento de vetas u otros aspectos técnicos.

Plantea la creación de una instancia que ofrezca datos periódicos sobre el proceso para combatir la desconfianza. En este aspecto coincide el ingeniero y ex embajador Germán Becker, quien destacó que en todo este proceso debe realizarse con transparencia.

El ex embajador Francisco Cruz destacó que ante el riesgo arbitral que enfrenta el país, es importante emitir señales a los inversionistas extranjeros para que no se afecte a Panamá. “Cuando hay un arbitraje es el Estado el que se defiende. Hay que construir una agenda que recupere la confianza, pero también una estrategia judicial”.

Posibilidad de un cierre ordenado está rota

En opinión del ingeniero Zorel Morales, director ejecutivo de la Cámara Minera de Panamá (Camipa), la posibilidad de  un cierre ordenado  ha sido rota, porque el cierre es una operación que se da desde el inicio hasta la finalización de la mina y ahora todas las operaciones están  paralizadas.

 “En todos los lugares del mundo la operación de la mina es algo concurrente con el cierre, es decir el cierre se planifica desde que se planifica la extracción, de manera de que de la misma extracción salgan los materiales para hacer el cierre, si esto se para ¿de dónde vamos a sacar los materiales?”, preguntó.

Agregó que ante el escenario actual, se deberá buscar una fuente de rocas para culminar el proceso, lo que requiere desforestar otra zona.

Morales negó que la explotación minera sea incompatible con el turismo, uno de los argumentos esgrimido durante las protestas. “República Dominicana tiene tres minas grandes y República Dominicana es un país más pequeño que Panamá y es un país tropical, ¿entonces? La misma minería de alguna manera contribuye con la promoción y eso ya estaba sucediendo aquí. En Panamá hay dos empresas comunitarias que se dedican al ecoturismo y comenzaron a hacerlo aproximadamente desde principios de año. Ya el turismo estaba coexistiendo con la mina”.

Agregó que el país con el mayor flujo de turistas de toda América Latina no es República Dominicana sino Chile, un país minero que se acaba de ganar un galardón  de mayor impulso al turismo a nivel internacional.

 “Chile es el primer exportador de cobre de América Latina y el segundo Perú y también son los mayores exportadores de productos agrícolas. Con el cierre de la mina, Panamá pierde el 2% del mercado mundial en la exportación de cobre y seguramente iba a llegar hasta un 4% con la expansión que se estaba planificando. ¿Qué va a pasar? El 2% de la producción de cobre mundial desaparece, ya comenzó a subir el precio del cobre, ya los países comenzaron a aumentar su producción. Van a agarrar el mercado que Panamá cándidamente dejó por dejarse llevar por la emoción y las mentiras de los activistas”.

¿Cuánto tiempo se puede llevar el cierre de Cobre Panamá?

Ahorita es imposible predecirlo, primero  hay que establecer una línea base y saber qué es lo que hay, en qué punto está y qué posibles medidas se van a poder tomar, y, sobre, todo, el Estado tiene que ver de dónde saca el dinero para pagar.