Fuente: Lenny Durán
“La agresión es el crimen supremo del derecho internacional”. Así resume Alonso Illueca, abogado especialista en el tema, las amenazas verbales recurrentes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la “recuperación del Canal de Panamá”.
En el foro internacional “El futuro del Canal en tiempos de Trump”, organizado por la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede) y realizado en la sede del Parlamento Latinoamericano, Illueca, junto a Jorge Eduardo Ritter, abogado y ex canciller de la República de Panamá; Jorge Luis Quijano, ex administrador del Canal y Anne Milnne, directora de investigación corporativa de mercados emergentes de Bank Of America, analizaron la situación del Canal y las herramientas jurídicas que tiene Panamá para hacer frente a la campaña de desinformación que se realiza contra Panamá desde la Casa Blanca.
El ataque persiste
Los especialistas en el área resaltaron que las amenazas del mandatario estadounidense, bajo la excusa de una supuesta presencia de China en el Canal, no han cesado, a pesar de la decisión del Gobierno de Panamá de dejar sin efecto la Ruta de la Seda y del anuncio del consorcio chino Hutchison Port sobre la venta del 80% de sus acciones en Panama Ports Company al conglomerado estadounidense liderado por BlackRock.
“Panamá tiene que ir a la Organización de Estados Americanos (OEA), que tiene un mandato legal de proteger y defender a los tratados internacionales”, recomienda Alonso Illueca, quien coincide con otros juristas en que Panamá debe elevar la situación ante instancias internacionales y sumar más países aliados en la OEA para hacer cumplir el Tratado de Neutralidad. Actualmente el acuerdo cuenta con la adhesión de 40 Estados que tienen un interés legal en que se preserve el régimen de neutralidad.
Illueca señaló que en la OEA Panamá necesitaría entre 17 y 18 votos de apoyo, a diferencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) adonde se llevó el caso y las decisiones se toman por consenso, por lo que uno o dos votos en contra echarían por tierra cualquier iniciativa. “El componente multilateral está del lado de Panamá y la OEA es el foro”.

El tratado en su artículo VII establece:
1. “La República de Panamá y los Estados Unidos de América copatrocinaron en la Organización de los Estados Americanos una resolución que obra a la adhesión de todos los Estados del mundo el Protocolo de este tratado, mediante el cual los firmantes se adherirán a los objetivos del presente tratado, conviniendo en respetar el régimen de neutralidad establecido en el mismo.
2. La Organización de Estados Americanos servirá como depositaria de este tratado y de los instrumentos pertinentes al mismo.
Illueca recordó que el tratado del Canal se aplica tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra y éste debe permanecer seguro y abierto para el tránsito pacífico de las naves de todas las naciones en términos de entera igualdad. En él se establece la no discriminación de los buques y no debe ser objetivo de ningún tipo de represalia.
Ante la exigencia de Trump de que los barcos estadounidenses no paguen por su paso por el Canal, el experto recordó que “paso expedito” (una prioridad de Estados Unidos) no es igual al “paso gratuito”. “El paso expedito es para los Estados Unidos, permite a Estados Unidos saltarse la fila. Hasta ahí. No se puede equiparar en ningún momento con un tema de paso gratuito. Eso está bastante claro”.
Temen amenaza comercial
Por su parte, el ex canciller Jorge Eduardo Ritter, cree que más que una intervención militar, por parte de la administración Trump, existe el riesgo para Panamá de que se tomen represalias comerciales (similares a las aplicadas a Canadá y México con el incremento de los aranceles) si no se cumplen sus requerimientos, que considera son fundamentalmente económicos y de negocios.
. “Yo no sé qué significa para Trump recuperar el Canal. Lo que sí creemos es que el presidente de los Estados Unidos está más bien preocupado o interesado en que mucha de la actividad económica que gira en torno al Canal quede en manos norteamericanas”, dijo.
El ex embajador de Panamá en Colombia recordó que las amenazas de Estados Unidos no son nuevas, ya que el proceso para la devolución del Canal a Panamá fue doloroso y plagado de ventajismo. Indicó que Panamá debe divulgar la verdad en los medios estadounidenses.
Al respecto, Jorge Luis Quijano, ex administrador del Canal, explicó que 55% de los ingresos que genera la vía interoceánica vienen de la ampliación del Canal (costeada por Panamá). Recordó también que en el año 2000, antes de realizar la ampliación, el país invirtió más de $2,000.000 para optimizar el canal viejo. “O sea, que paralelamente a lo que estábamos ya estudiando y eventualmente echando a andar (la ampliación) estábamos también mejorando lo que los americanos nos entregaron”.
Anne Milne, directora de investigación Corporativa de Mercados Emergentes de Bank Of America y ciudadana estadounidense, indicó que conoce la historia del Canal desde que se emitió su primer bono internacional en el año 2015 y resaltó que al escuchar las declaraciones iniciales del presidente Trump sobre el Canal, se comunicó con inversionistas extranjeros para desmentir algunos de sus señalamientos.
Milne calificó de “excepcional” el trabajo que realiza Panamá en la administración de la vía interoceánica, tanto en su operación como en la ampliación y aseguró que los buques estadounidenses pagan las mismas tarifas que los de otras naciones. También desmintió que China controle el Canal.
La representante de Bank Of America, especialista en Relaciones Internacionales, dijo, también, que en los últimos 25 años, Panamá ha invertido más de $15,000.000, una cifra “impresionante”.