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Disciplina fiscal y Gobernanza: Claves para que Panamá mejore su calificación de riesgo

Fuente: Lenny Durán

La economía panameña mantiene ventajas que le pueden ayudar a recuperar su calificación crediticia, entre ellas la fortaleza económica del país, con un crecimiento esperado debido a altos niveles de inversión y el papel global del Canal de Panamá.

La dolarización de su economía y resiliencia empresarial también benefician al país en la región. No obstante, Panamá actualmente debe enfrentar riesgos sociales, ambientales y de Gobernanza, con un marco institucional moderado con desafíos en el control de la corrupción y el estado de derecho (aplicación de la ley), así como retos de transparencia y cumplimiento con la regla fiscal que afectan la credibilidad del Gobierno.

El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) elaborado por Transparencia Internacional (TI) y publicado esta semana revela que Panamá bajó dos puntos (de 35/100 a 33/100). El IPC mide la percepción de la corrupción en el sector público, en una escala de 0 a 100, donde 0 significa un país altamente corrupto y 100 muy limpio.

Disciplina fiscal

En el conversatorio “Calificaciones de Riesgo: La Clave para la toma de decisiones”, organizado por el Grupo 14, Servicios Profesionales de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), Juan Manuel Martans, gerente país de Moodys Local Panamá, resaltó que para que el país mejore su grado de inversión debe tomar acciones para sanear sus finanzas públicas, que pasan por mejorar la recaudación y los ingresos fiscales y que se cumplan las metas fiscales.

En las últimas mediciones, S&P Global calificó a Panamá con BBB- Stable (un riesgo moderado de incumplimiento); Fitch con BB+ Stable (riesgo de incumplimiento alto, pero con una situación financiera estable), mientras que Moodys cambió la perspectiva de las calificaciones del país de estable a negativa, manteniendo las calificaciones de emisor y de deuda a largo plazo en Baa3.

“La perspectiva negativa refleja un deterioro mayor al esperado del balance fiscal en 2024, superando las proyecciones de Moodys de octubre de 2023, obstáculos significativos para una rápida consolidación fiscal, con rigideces fiscales que impiden reducir el déficit rápidamente”, destaca un informe de esta calificadora presentado por Martans.

Una crisis heredada

El documento indica que la administración del presidente de la República José Raúl Mulino heredó un déficit fiscal que ya superaba el 4% del PIB en julio de 2024. El año pasado, las cuentas fiscales y los indicadores de deuda de Panamá se deterioraron significativamente y se espera que el déficit fiscal supere el 6% del PIB y la relación deuda/PIB se acerque al 61%.

“A pesar de los esfuerzos para reducir gastos, la inercia en reducir el gasto y la falta de ingresos han aumentado el déficit. El Gobierno propuso inicialmente una reducción del gasto del 15%, pero las leyes que asignan el 7% del PIB al sector educativo y los aumentos salariales del sector público impidieron la propuesta. Existen riesgos crediticios adicionales derivados de las obligaciones contingentes asociadas a la Caja de Seguro Social (CSS) y la litigación relacionada con la mina Cobre Panamá”, resalta el documento.

El representante de Moodys destacó que la percepción de riesgo hacia Panamá comenzó a dispararse en octubre de 2023, con las protestas que exigían el cierre de la mina, que paralizaron puertos y vías con la inacción de los cuerpos de seguridad. La suspensión del contrato de forma abrupta a la empresa canadiense First Quantum Minerals generó suspicacia en los inversionistas internacionales.

Acciones

Martans considera que, en medio del panorama actual de las finanzas públicas, el Ejecutivo está buscando alternativas para recuperar su grado de inversión, a través de algunas medidas que está tomando, entre ellas las discusiones para la reforma de  la Caja del Seguro Social.

“Considero que el Gobierno está tomando las acciones tendientes a esto. Se presentó una nueva ley que fue aprobada el año pasado sobre el déficit fiscal en los próximos 5 años (Ley RSF); se están tomando acciones para mejorar las finanzas, generar más ingresos y acciones relacionadas con la Caja del Seguro Social, así que me parece que vamos en la dirección correcta. Ahora habrá que esperar un poco para ver cómo estas acciones se materializan de forma positiva para que la calificación por lo menos se mantenga”, explicó a Hub News.

Al ser consultado acerca de si los señalamientos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump sobre el Canal de Panamá pudieran afectar aún más el grado de inversión en el país, el   gerente país de Moodys recordó que la calificación de un país está centrada en su capacidad de pago, que en el caso de Panamá sigue siendo razonablemente buena.

“Definitivamente hay un tema de percepción, hay que ir viendo qué pasará en los próximos días, semanas, meses con las relaciones de Panamá y Estados Unidos y el tema específico del Canal, que son temas muy políticos. Hay una respuesta del Gobierno de Panamá, pero, al fin y al cabo, es un tema que se tiene que manejar de forma diplomática con estos gobiernos”.

Sobre el tema minero, Martans considera que el Gobierno debe liderar un diálogo nacional acerca de si al final se va a continuar en el país con esta actividad, que está en regla y se encuentra dentro de la Constitución de Panamá. “En el tema específico de Minera Panamá se estaban generando unos ingresos importante al país, independientemente si el contrato estaba bien o estaba mal. Aquí lo importante es decir si al final vamos a terminar con una actividad minera o no, que ese diálogo nacional sea lo más consensuado posible para tener una actividad que nos genera réditos importantes, pero sin menoscabar el tema ambiental”.

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