Fuente: CCIAP
Las reformas a la Caja de Seguro Social (CSS) son, sin lugar a duda, el tema más crucial e impostergable que enfrenta la República de Panamá en este momento. El futuro del desarrollo económico y social de nuestro país depende directamente de las decisiones que tomemos respecto a los cambios estructurales que esta institución, que es la columna vertebral de Panamá, necesita.
El Proyecto de Ley presentado por el Órgano Ejecutivo constituye una propuesta seria y sostenible, aunque perfectible. Sabemos que no se trata de un tema que pueda abordarse con ligereza; era necesario que los diputados tomaran tiempo para analizarlo, escuchar diversas posturas y valorar las inquietudes de los panameños. Sin embargo, han transcurrido ya dos meses y medio desde que este proyecto llegó como tema único a la Comisión de Salud, Trabajo y Desarrollo Social, y es evidente que el tiempo de deliberar se ha agotado. Ya no hay mañana, es hora de actuar.
Aunque el Proyecto de Ley 163 establece que las reformas a la CSS entrarían en vigor a partir del 1 de marzo de 2025, esto no significa que tengamos hasta el último minuto para aprobarlo. Implementar estas reformas no es cuestión de apretar un botón; requiere tiempo, planificación y acción inmediata.
Además, la aprobación de una ley sólida, viable y sostenible enviará un mensaje claro a los mercados internacionales y a las calificadoras de riesgo: estamos asumiendo nuestra responsabilidad y tomando medidas concretas para estabilizar el sistema. La revisión de nuestra calificación de riesgo país está programada para abril, y este proyecto será un factor determinante en esa evaluación.
No nos cansaremos de subrayar, que lo que suceda con la calificación de riesgo país de Panamá definirá nuestro futuro, porque este es uno de los factores determinantes en el costo de vida de los panameños.
Por otro lado, Panamá tiene otras decisiones que dependen de las decisiones que tomemos como país sobre el futuro de la CSS. Existen proyectos de ley que se encuentran en fila a la espera de que suceda con todo esto. Por ejemplo, la Ley de Intereses Preferenciales para la Vivienda, la cual vence en diciembre de 2025 y que permite a los panameños de menos recursos adquirir una vivienda digna. Esta no entrará a la tubería de discusión hasta que resolvamos el Seguro Social.
El tiempo de tomar decisiones ha llegado. Como buenos padres de familia, debemos optar por decisiones difíciles, pero necesarias, que aseguren el bienestar y el desarrollo de las futuras generaciones. Este es el momento de demostrar liderazgo y compromiso con el futuro de Panamá.